El acoso sexual es una conducta no deseada de naturaleza sexual en el lugar de trabajo, que hace que la persona se sienta ofendida, humillada y/o intimidada. Es un término relativamente reciente que describe un problema antiguo. Tanto la OIT como la CEDAW identifican el acoso sexual como una manifestación de la discriminación de género y como una forma específica de violencia contra las mujeres. El acoso sexual es una violación de los derechos fundamentales de las trabajadoras y los trabajadores, constituye un problema de salud y seguridad en el trabajo y una inaceptable situación laboral.
El consentimiento sexual es aquel consentimiento para realizar actividad sexual. La actividad sexual sin consentimiento está considerada violación u otra agresión sexual.
Con frecuencia los niños no hablan sobre el abuso sexual (ea sobre por qué), pero algunas veces muestran cambios físicos, emocionales y de comportamiento. Muchos de estos cambios no son específicos del abuso sexual; pueden ocurrir con otros tipos de trauma o estrés y pueden variar con la edad. Pero es importante estar alerta por si surgen estas señales, descubrir por qué se producen y brindar ayuda a su niño o niña..
La violencia sexual incluye el uso de la fuerza física, las tentativas de obtener sexo bajo coacción, la agresión sobre órganos sexuales y el acoso sexual. Aunque abarca ambos sexos, es más común en niños y hacia niñas y mujeres.
Todas las instituciones de salud, públicas y privadas, están obligadas a prestar atención prioritaria a las víctimas de violencia sexual. ¿A dónde acudir para exigir atención en salud?